Arquitectos otorgan certificados energéticos que determinan la eficiencia de las casas. "Los edificios existentes ya antiguos, lo que más se encuentran son, desgraciadamente, la calificación 'F' y la 'G'", reconoce Esperanza Ataz, miembro de la consultoría 'Aguirre & Baeza Arquitectos'.

Son obligatorios para vender una vivienda o alquilarla, aunque muchos propietarios lo desconocen. Las multas llegan hasta los 6.000 euros si no se cuenta con la etiqueta de calificación energética. "Incluso se considera falta leve el poner a la venta una vivienda, anunciarla en un periódico o portal inmobiliario y no tener ese certificado hecho", recuerda Ataz.

Los certificados se enumeran de la 'A' a la 'G', de mejor a peor eficiencia energética. Se deberían tener en cuenta porque son indicativos del gasto de la casa. "Es verdad que es un trámite que todavía no se ha concienciado que se tiene que cumplir", sentencia Ataz.

Hay que tener cuidado para que no haya timos con certificados online. Es imprescindible que el arquitecto inspeccione físicamente la vivienda para expedir el certificado.