Comprar un piso para las personas con menos de 35 años es una auténtica quimera. Si en 2011 había un 70% de jóvenes con una casa en propiedad, ese porcentaje ha caído en una década hasta el 36%, la mitad en apenas diez años.
Las razones pasan, principalmente, por la escasa capacidad de ahorro para hacer frente a la entrada y los impuestos que suponen la compraventa de una vivienda debido a los bajos sueldos, así como la inestabilidad del mercado laboral y la incorporación al mismo cada vez más tardía.
Desde el año 2009 tenemos que tener, aproximadamente, alrededor de un 20% o 30% de ahorro para comprar una vivienda. En el vídeo conocemos casos como el de Guillermo Franco, que vive con sus padres y reconoce que por más que ahorre, le es "imposible" pagar esa entrada.
También hablamos con Pilar Gómez, que comparte piso y que afirma que no conoce "a nadie" de su edad que sea propietario "a no ser que hayan heredado" esas viviendas.