Las autoridades económicas europeas se han esforzado en repetir un mensaje: que no cunda el pánico, pero sin éxito. Después del efímero rebote del diez de febrero, todas las bolsas se han desplomado. La italiana ha perdido un 5,6% y la española un 4,9%. Una vez más, los bancos han recibido el castigo más duro.
El miedo a otra crisis bancaria desploma la Bolsa española un 4,88%