Una mercería echa la persiana y, cuando la abre, puede haberse convertido en una nueva vivienda. Ese es el espíritu de una tendencia cada vez más asentada en nuestro país, la de renovar espacios comerciales a pie de calle para convertirlos en apartamentos.

Joaquín Millán, el director del estudio OOIIO Arquitectura, nos muestra en el vídeo una de las últimas reformas que ha llevado a cabo. Precisamente, ha convertido una mercería y una antigua tienda de fotocopias en una vivienda moderna. Adaptada, obviamente, al espacio. "De primeras en un sitio tan pequeño, con restricciones, lo primero es la funcionalidad", explica el experto. Así, el frigorífico y lavadora están 'escondidos' entre los muebles mientras que el baño está donde se encontraba el antiguo almacén de la tienda.

Lo fundamental es aprovechar al máximo el espacio. El 80% de los inversores que da una nueva vida a sus locales lo hacen para sacarles una mayor rentabilidad. Sin embargo, no cualquier local puede ser reformado. "Hay una normativa estricta de temas geométricos, ventilación...", detalla Millán.

Las inmobiliarias ven en esta actividad una forma de sacar al mercado locales que, en la actualidad, son muy difíciles de alquilar. "Por desgracia hay muchos locales cerrados por circunstancias. No hay forma de alquilar ni de venderlos porque no se montan negocios", indica Concha Pinazo, responsable de una inmobiliaria.

Sin embargo, algunos economistas advierten de la peligrosa tendencia que esto puede suponer. "La única explicación es la falta de alternativas al comercio", detalla el experto Alejandro Inurrieta. "Añaden más presión sobre los precios y expulsan de las ciudades a las rentas más vulnerables", asevera, llegando a asegurar que se vuelve a la "precariedad y a la infravivienda".

La clave, detallan los consultados, es controlar bien los permisos que se conceden para que lo que hasta ahora era un negocio pueda convertirse en un hogar digno.