El fabricante de explosivos español Maxam ha roto su silencio cuando se cumplen casi 24 horas desde que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusara a la compañía de seguir operando en Rusia pese a la invasión de Ucrania.

En un breve comunicado, la empresa ha asegurado que "a raíz de las sanciones occidentales a Rusia" ha "cortado toda relación con las empresas rusas en las que tiene participación en capital".

En esta línea, asegura Maxam que "no realiza ninguna transacción ni actividad comercial con Maxam Rusia ni las subsidiarias" y que tampoco "financia a estas empresas ni recibe ingresos de las mismas en forma de repatriación de beneficios". "Maxam cumple al 100% con las sanciones impuestas a Rusia", alega.

El principal negocio del grupo es el de voladuras para el sector de la minería y canteras, aunque cuenta con otras unidades, entre ellas una división en defensa y seguridad llamada Expal, centrada en municiones, sistemas de armas, mantenimiento de vehículos y aeronaves y servicios de desmilitarización y que cuenta con fábrica en Bielorrusia.

También dispone de una división centrada en munición deportiva para caza y tiro y otra en el ámbito de la industria química. La facturación de Maxam supera desde hace años los mil millones de euros anuales, emplea a más de 6.000 personas, está presente en más de 50 países y vende sus productos en más de un centenar, según su memoria corporativa.

Sólo su división en defensa emplea a 1.300 trabajadores y cuenta con 11 centros de producción repartidos por España, Italia, Bulgaria, Dinamarca, Estados Unidos y Bielorrusia.

Los orígenes de la compañía se remontan a 1872, cuando Alfred Nobel -inventor de los explosivos y creador de los premios que llevan su nombre- fundó la Sociedad Española de la Dinamita en Galdácano, Bilbao.

Años después, los principales productores españoles se fusionaron constituyendo la Unión Española de Explosivo (UEE, 1896), y tras una fase unida a la empresa Río Tinto mantuvo esa misma denominación hasta 2006, cuando pasó a llamarse Maxam. Desde 2019 el grupo español está controlado de forma exclusiva por el fondo estadounidense Rhône Capital.