Los encargados de convocar esta protesta ha sido el colectivo denominado ContraMINAcción. La marcha fue secundada por numerosos colectivos, partidos políticos de la oposición, sindicatos, asociaciones medioambientes y vecinos de las zonas afectadas por las explotaciones mineras.

Los vecinos dicen que estos proyectos destruirán zonas de gran riqueza medioambiental que nunca se recuperaran, ya que utilizarán grandes cantidades de productos tóxicos como cianuro y arsénico.

Desde la Xunta aseguran que se crearan puestos de trabajo, pero estos serán puestos muy especializados, lejos del nivel de los vecinos.

Uno de los proyectos más criticados es el de la mina de oro de Corcoesto. En ella quieren extraer hasta un millón de onzas de oro, por lo que quedaría un agujero cuyo tamaño puede ser de extensión como el de varios campos de fútbol, una auténtica bomba de relojería.

La marcha ha partido de la Alameda compostelana y ha concluido en la plaza de la Quintana tras recorrer las calles del centro de la capital gallega, encabezada por una gran pancarta con el lema: "Galicia no es una mina. Defiende la tierra, defiende la vida".

María Jamardo, portavoz en Galicia de la formación Sociedad Civil y Democracia, ha considerado que el proyecto de la mina de oro de Corcoesto "atenta contra los intereses" de la Comunidad autónoma gallega. "Es un riesgo importante contra la salud de las personas y contra el medio ambiente".