¿Es la Comunidad de Madrid un paraíso fiscal, como dice Gabriel Rufián? ¿O es Cataluña un infierno fiscal, como asegura Isabel Díaz Ayuso? Los impuestos autonómicos se han puesto en el centro del debate esta semana, después de que ERC pactara con el Gobierno igualar el impuesto de patrimonio en todo el país para así evitar que Madrid exima del pago de este impuesto.
Los catalanes acusan a Madrid de "dumping fiscal", de competencia desleal, una acusación que cunde entre varias autonomías, pero Ayuso ataca la tributación de Cataluña. ¿Cuáles son las diferencias entre ambas?
Las autonomías tienen capacidad para crear tributos propios y, además, tienen transferidos -es decir, gestionan, cobran y disponen ellas mismas- determinados impuestos estatales como el de patrimonio, el de sucesiones o un tramo del IRPF. Estos dos son los que más polémica generan y que a Madrid le ha servido para hacer una política fiscal muy favorable a las grandes fortunas.
Un ejemplo práctico: según un estudio del Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, una persona con un patrimonio de cuatro millones de euros pagaría cero euros en Madrid frente a los casi 42.000 que el mismo contribuyente devengaría en Cataluña.
900 millones menos
Madrid bonifica al 100% el impuesto de patrimonio: esto es, exime del pago a quienes estarían sujetos a este gravamen. La situación financiera de la Comunidad de Madrid es mucho mejor que la del resto de comunidades ya que se beneficia del "efecto capitalidad": la Administración General del Estado y las grandes empresas están sitas en la capital, por lo que tributan allí sus ingresos y también atrae a funcionarios, ejecutivos, empresarios...
El margen económico que esto implica da aire a la Comunidad de Madrid, que puede bajar el impuesto de patrimonio o reducir el de sucesiones sin que ello le perjudique. Al contrario, atrae a las grandes fortunas para que cambien su domicilio fiscal.
Según el presidente del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, bonificar el patrimonio solo afecta a 14.000 madrileños, en tanto que las arcas públicas madrileñas dejan de ingresar 900 millones de euros en concepto de este impuesto.
19 impuestos catalanes
¿Es Cataluña un infierno fiscal? Lo cierto es que la Generalitat ha hecho uso de su capacidad para crear tributos propios en mayor medida que cualquier otra región: 19 impuestos autonómicos. Madrid, por contra, solo ha creado tres.
Las autoridades catalanas han creado gravámenes de todo tipo: canon del agua, a las viviendas vacías, las bebidas azucaradas o los activos no productivos de las personas jurídicas. El último que se creó entró en vigor este año, el de las instalaciones que inciden en el medo ambiente.
Según el mismo informe del REAF, la tributación autonómica "aporta una recaudación mínima". Los 70 impuestos autonómicos en vigor apenas aportan el 2,1% de los ingresos de las autonomías: 2.364 millones de euros.
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