La reunión ha dejado claro que las posiciones de empresa y trabajadores son diametralmente opuestas. Ellos dicen que no van a negociar las condiciones de los despidos y quieren en estas tres semanas de prórroga para plantear una alternativa al cierre.

Defienden que la empresa es rentable y que han sabido por el Ministerio que hay inversores interesados en comprarla. Se han reunido en Avilés y A Coruña para dejar claro que la lucha continúa y no dejaran las movilizaciones.