Manuel es taxista asalariado en Madrid y pese a que está de acuerdo con la huelga, se ve obligado a secundarla sin cobrar. "No sé si podré pagar el alquiler de mi casa. Muchos asalariados del taxi cobran tarde, mal y nunca", afirma.

Prefiere no desvelar su identidad ni mostrar su cara porque tiene miedo a represalias por parte del sector, ya que según su versión, está "moviendo y agitando un árbol lleno de ratas".

Denuncia que muchos titulares de licencias piden 5 euros al día a su asalariado para poder trabajar y que ese dinero que se paga en mano, es decir, en negro: "Unos te dicen que es la parte proporcional del IVA, otros te dicen que no que luego se te devuelve cuando te despidan en concepto de tu despido, es decir, que tú te estás pagando el despido".

Incluso ha tenido que dar servicio con el taxi a Cabify. "Tienes que mentir y decir que Cabify se ha quedado sin coche y que les mandan un taxi", denuncia Manuel.

En muchas ciudades denuncian que los titulares dan de alta a un conductor en vehículos diferentes para que el trabajador haga cuantas más horas mejor. Pablo Franco, un extaxista asaliariado, dice que "el coche no paraba nunca, trabajábamos seis horas a la semana cobrando el 35% de la facturación".

Desde la Federación del Taxi insinúan que los asalariados se aprovechaban del dinero negro explicando que "a lo mejor él participaba de esa actividad en B y también esos ingresos se lo llevaba por algún lado". A lo que los taxistas se defienden preguntando si la culpa de que exploten a alguien es del explotado.

Juan denunció el alquiler de licencias al Ayuntamiento de A Coruña, y la respuesta fue que "les hizo gracia y dijeron que lo sabían, pero que no podían hacer nada". Y denuncia: "Incluso me animaron a hacerlo". Afirman que existen flotas de hasta 70 licencias registradas a nombre incluso de menores sin carnet de conducir.