El presidente de la Comisión Nacional de Competencia, José María Marín Quemada, se mantiene firme: los peajes son excesivos. Insiste en que pagamos demasiado por el transporte de la luz y el gas a nuestras casas y alega que "no podemos acostumbrarnos a vivir con precios que no sean adecuados para los consumidores".

El coste de llevar la electricidad y el gas a los hogares y a las empresas se fija cada seis años. Competencia cree que es excesivo y quiere que a partir del año que viene, el de la electricidad baje hasta un 8% y el de transportar y distribuir el gas hasta un 21%.

Esto supondrá que los consumidores se ahorren casi 6.000 millones en los próximos seis años, una cifra que será bien recibida.

España es el quinto país con la luz más cara, sin embargo, no somos el quinto país en renta per cápita, alegan los economistas. Además, los consumidores son los que más pagan por las redes.

Más de un 41% (41,1%) del recibo de la electricidad se destina a pagar el transporte y la distribución, frente al casi 38% (37,5%) del coste de la energía y a otro 21% (21,4%) por impuestos.

Las asociaciones de consumidores también reclaman que se unifiquen todos los suministros. Desde FACUA explican que "hasta que no haya una factura realmente regulada de todos los suministros esenciales para el consumidor no habrá una solución factible".

No será inmediato, pero este recorte podría verse reflejado en la factura a partir de enero. En la de la electricidad podríamos pagar un 2% menos y en la del gas la reducción sería mayor, hasta un 10%.

El anuncio de la medida ya está teniendo consecuencias. Desde que Competencia lo publicó, Enagas ya ha caído en bolsa más de un 20%.