Para los taxistas es su sexto día de guerra y para los comerciantes, su sexto día de pérdidas."Estamos teniendo caídas de la facturación en torno al 15-25%", asegura Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta.

Calculan que su facturación ha caído hasta un 25% por culpa de la huelga. También en hoteles y restaurantes. "Esto está perjudicando a todos los sectores, incluido al del taxi, y también al de la restauración", afirma Roger Pallarols, director general del Gremio de Restauración.

Un chiringuito de playa a las afueras de Barcelona también está sufriendo las consecuencias. Los turistas suelen llegar hasta él en taxi, pero ahora hay "un 80% menos de clientes", según Mieh Manik, del chiringuito Barcelona Beach.

También hay menos clientes en Valencia porque "todo esto hace que los usuarios no puedan ir a comprar", según apunta una comerciante de la zona. Miguela, por ejemplo, tiene una pastelería en el centro. Asegura que sus clientes tienen dificultades para recoger los encargos. "Los pedidos se nos quedan colgados hasta que el cliente puede venir", asegura.

Y no es la única afectada: "el turista está perjudicado a la hora de moverse por la ciudad", añade otra comerciante. Como Manfred, que ha venido de vacaciones desde Sudáfrica. "No pensamos volver a coger taxis nunca más porque lo que están haciendo es un secuestro", apunta.

El paseo de la Castellana, en Madrid, está completamente cortado al tráfico y los restaurantes no paran de perder reservas. "Ha habido alguna cancelación porque los usuarios no pueden llegar al lugar", señala un hostelero. El conjunto del gremio asegura comprender la huelga, pero cree que ya dura demasiado.