El suyo fue uno de los primeros nombres asociados a la Lista Falciani, pero Emilio Botín siempre evitó responder a este tema, aunque le preguntaran sus accionistas. Hoy, con esta ficha en la mano, se empiezan a obtener algunas respuestas. Es de una cuenta de Botín en el HSBC, controlada por seis testaferros. Unos 80 millones de la familia se atesoraron en esta entidad, bien protegidos y cubiertos.

Las cinco cuentas con los 80 millones de la familia en el HSBC se gestionaban a través de una densa tela de araña anidada en Panamá. Ahí radicaba 'North Star', una sociedad opaca de la que colgaban hasta otras 20, con nombres tan llamativos como 'Camelia Finance', 'Cilantro Holdings' o 'Swissindependent Trustee'.

La disposición a colaborar de Falciani pudo hacer saltar las alarmas, y los Botín terminaron pagando unos 210 millones a Hacienda, para regularizar rápido y sin daños los cerca de 2.000 millones que llegaron a tener en bancos suizos.