Por primera vez desde 2012, las ventas de coches han caído en el mes de julio. Las matriculaciones de particulares descendieron un 13%, casi lo mismo que han caído en lo que va de año (12,9%).

El sector habla de "preocupación" y "crisis" porque los compradores están retrasando su cambio de coche por la desconfianza, dicen, ante las declaraciones y medidas contra el diésel.

La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) califica la situación de "grave" respecto al resto de economías europeas y propone como solución "aprobar" planes de achatarramiento que "no excluyan" las motorizaciones de combustión.