Naciones Unidas pone cifras al desplome del turismo y analiza cómo afectará la crisis del COVID-19 a los ingresos país por país. Para ello establece tres escenarios posibles: que el turismo pare en seco durante cuatro meses (conservador), ocho meses (intermedio) o un parón durante los 12 meses de 2020 (dramático).

Así, según el informe de la Agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), España será una de las economías más afectadas de todo el mundo, ocupando la quinta posición en la clasificación de pérdidas, tan solo por detrás de EEUU, China, Francia y Alemania.

El informe de la ONU cifra en 77.000 millones de euros las pérdidas del sector turístico en España y apunta al rescate de empresas viables (como aerolíneas u hoteles) y, en nuestro caso, a la prolongación de los ERTE como medidas para paliar ese agujero económico.

En todo el mundo, el sector turístico perdería al menos 1,2 billones de dólares, equivalentes al 1,5% del producto bruto global (PGB), tras cuatro meses de parálisis por la pandemia (primer escenario dibujado)

No obstante, si el parón turístico durase ocho meses (segundo escenario), las pérdidas llegarán a los 2,2 billones o el 2,8% del PGB. En el peor de los casos, el escenario más pesimista apunta a una pérdida de un billón adicional, 3,3 billones, si esta situación se prolonga todo el año.

El organismo insiste en recalcar que el turismo es la piedra angular de la economía de numerosos países. Defiende que su potencial ha quedado demostrado en los últimos 20 años, periodo en el que pasó de mover 490.000 millones de dólares a 1,6 billones, de acuerdo a los datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

"El mantenimiento de cuarentenas en algunos países, las restricciones de viajes, la reducción del ingreso disponible de los consumidores y los bajos niveles de confianza pueden ralentizar la recuperación del sector", señala el análisis de la UNCTAD.