Rosalía sólo encuentra contratos 'a llamada', un tipo de contrato surgido durante la crisis, cada vez más habitual. Parcial, muy precario, normalmente involuntario, de pocas horas y sueldo reducido que no permite conciliar. "Me llaman el mismo día y tengo que salir corriendo", explica Rosalía.

Para que no se olvide que el empleo es precario aunque esté cayendo el paro, Lucía ha creado una plataforma en la que se recuerda que el 14%, a pesar de tener empleo, está en riesgo de pobreza. "Ahora se ofertan las jornadas de dos horas a la semana, de cuatro horas, pagan dos euros la hora extra o ni tan siquiera la pagan", destaca Lucía.

Incluso el contrato indefinido ya no es garantía de seguridad. Según un informe presentado por UGT, al año 625.000 trabajadores fijos se suman a una cola del paro difícil de abandonar con el paso del tiempo.

María del Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales y Empleo de UGT, ha denunciado que "antes el 25% llevaba más de dos años en paro y ahora ha subido al 36%".

Según el sindicato, quienes más sufren esa precariedad son las mujeres: el 74% de los puestos a tiempo parcial están ocupados por ellas.