La ministra Montero se ha sentado con las comunidades autónomas, que piden 2.500 millones de euros del IVA de 2017. "De no liquidarse la deuda con las autonomías, el agujero que se les abre a las autonomías va directamente a amenazar el estado de bienestar", ha alertado Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha.

Esa queja sobre el IVA viene de largo, de 2017, cuando Montoro cambió el sistema de gestión del IVA y las autonomías solo recibieron 11 meses, en vez de 12 por ese impuesto. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha afirmado que "esas deudas que tiene contraído el Gobierno con la Administración es necesario reclamarlas para los servicios públicos".

Desde el Gobierno de Sánchez aseguran que ya se intentó compensar con los Presupuestos de 2019, pero nunca se aprobaron y ahora dice Hacienda que no se puede devolver al haber pasado el plazo legal, lo que enfada a las autonomías, incluidas las socialistas.

"No renuncio a cobrar ese IVA porque es una cuestión razonable. Cada uno ha hecho los presupuestos teniendo en cuenta las previsiones y con un dinero que, de alguna manera u otra, tiene que llegar a las comunidades autónomas", ha defendido Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana.

La alternativa que propone Montero

La alternativa que propone Montero es relajar los objetivos de déficit de las autonomías: de no poder endeudarse a darles un margen de dos décimas para compensar los 2.500 millones y otorgándoles liquidez al 0% de interés.

Esto tampoco lo aceptan las autonomías, que consideran que ese margen, ese suavizar dos décimas, no es algo extraordinario, sino un regalo de Bruselas. Por eso, algunas regiones, incluidas socialistas, amenazan con los tribunales.