Tiempo atrás, unos viajeros hartos de la enésima avería en una línea del Cercanías de Madrid se bajaron del tren y caminaron por las vías. Esta imagen es el reflejo de un deterioro que sufren a diario miles de usuarios de este medio de transporte. Solo en lo que llevamos de año en Madrid, casi 900 trenes se han visto afectados por más de 250 incidencias; en total, más de 10.000 minutos de retraso. El ministro de Fomento le ha quitado importancia a esta situación y ha destacado la puntualidad, aunque reconoce que las incidencias aumentaron un 7% en 2017.

"Es un sistema amenazado de demolición por culpa del abandono", ha criticado Íñigo Errejón, diputado de Unidos Podemos. En la misma línea se ha movido la diputada del PSOE Carlota Merchán: "Hay estaciones que llevan desde agosto con el cartel de 'fuera de servicio'". Un problema que se extiende por toda la red nacional, provocado, en gran parte, según sindicatos y plataformas de afectados, por la caída en inversión de los últimos años.

"Las averías que suceden ahora es por la falta de mantenimiento de todos estos años", ha destacado la alcaldesa de Ciempozuelos y miembro de la Plataforma de Afectados por el C3, Chus Alonso. Ocho de cada diez viajeros en tren usan el cercanías frente al apenas 4% que usa el AVE. A pesar de ello, la inversión del 8% en cercanías está muy lejos del 51% en alta velocidad. "No se puede dedicar toda la inversión pública a satisfacer el interés de unos pocos", ha considerado Carlos del Barrio, responsable de Políticas Sectoriales de CCOO en Cataluña. Problemas que no evitarán que Renfe varíe el precio del billete de cercanías en las próximas semanas.