La situación laboral se complica todavía más si eres mujer, homosexual o sufres alguna enfermedad. Eso, cuenta, le ocurrió a Dani por tener VIH. Por WhatsApp le comunicaron su despido. Le dijeron que la empresa tenía "todo el derecho a contratar a la gente sana". Llevaba 15 días como camarero en un bar. Cuando su jefa se enteró no dudo en dejar de contar con él: "Al principio se lo tomó muy bien, pero a las dos horas recibí el mensaje".

Caso similar, el de Juan Diego. Trabajó en la Expo durante seis meses y afirma que cuando en la empresa descubrieron que era gay le llegó una carta de recursos humanos anunciándole el despido. "Las consecuencias fueron una depresión bastante grande, problemas de autoestima...".

Según datos de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, el 30% de las personas han sufrido algún tipo de discriminación laboral sólo por su condición sexual. De ellos, el 23% ha denunciado haber sufrido acoso en el trabajo.

Rosa San Segundo no es una de ellas, pero sí sufre trabas profesionales. Es profesora de universidad desde hace 28 años y sostiene que en su gremio tiene muy difícil la promoción: "Es un ámbito duro, hay mucho techo de cristal y suelo pegajoso; la promoción no se hace de forma justa".

Según un estudio de ministerio de Sanidad, sólo el 20% de las mujeres han llegado a ser titularidades en las universidades. Por ejemplo, en Madrid nunca ha habido una rectora en una de las 6 universidades que existen y en toda España sólo lo ha logrado un 6% de mujeres.