Arranca la operación salida más cara desde 2014. Llenar el depósito cuesta 8 euros más para los coches gasolina que hace un año y es 10 euros más caro para los diésel. "Habrá que apretarse el cinturón, pero el coche hay que cogerlo para irse de vacaciones", afirma un conductor.

Para compensar el alza de los carburantes, algunos harán menos kilómetros o recortarán sus vacaciones. Otros prefieren viajar en coche y quitárselo de otras cosas. "Toca evitar caprichos y cervecitas", explica otro conductor.

Los hay que directamente han descartado el coche como medio de transporte. La causa la encontramos en el del precio del petróleo, sólo hace un año el barril era un 60% más barato.