El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha acordado el archivo de la investigación a la antigua cúpula de Caja Madrid por las preferentes al no quedar acreditado que éstas se emitieran para "engañar a los inversores de forma global" aún sabiendo que no iban a recuperar su dinero.

En un auto, el titular del juzgado central de Instrucción número cuatro asume el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, que en su último informe aseguraba que esta posibilidad "ni siquiera era fácilmente predecible en 2009" y rechazaba que los comerciales "recibieran instrucciones para comercializar el producto entre los inversores más inadecuados".

Para el Ministerio Público, "resulta difícilmente sostenible la existencia de un plan preconcebido orquestado" tanto por Caja Madrid como por Bancaja, principales entidades que posteriormente pasaron a integrarse en Bankia, para engañar a los potenciales inversores.

Iniciadas en 2013, las pesquisas por presunta estafa, apropiación indebida, publicidad engañosa y administración desleal se dirigían contra los antiguos máximos responsables de Caja Madrid, lista en la que actualmente no figura quien fuera presidente de la entidad entre 1996 y 2010, Miguel Blesa, contra el que quedó extinguida cualquier tipo de responsabilidad tras su fallecimiento el pasado julio.

En concreto, pretendían esclarecer "si para paliar, retrasar u ocultar de alguna manera" el deterioro patrimonial de Bankia, las cajas "utilizaron la emisión de deuda subordinada y/o participaciones preferentes como una manera de captar activos y disfrazar la situación de insolvencia".