Contra todo pronóstico, Suiza se decide a dar el paso. El HSBC le abre obligado la puerta a las autoridades judiciales del país.

Ha sido un registro breve, pero simbólico. Queda abierta de esta forma una investigación criminal sobre el lavado de dinero que, estética o no, ya está en los medios suizos. Este tímido movimiento llega años después de que Suiza reclamara a Falciani tildándolo de ladrón.

Tras la publicación de su lista, los gobiernos se ponen las pilas. Que se lo pregunten a los británicos, donde la lista ha provocado una tormenta periodística. Peter Oborne, hasta esta semana periodista estrella del 'Telegraph', ha abandonado su periódico por la cobertura que ha hecho del caso HSBC.

Oborne denuncia que el rotativo desterró el tema por miedo a perder la publicidad del gigante bancario y la competencia mete el dedo en la llaga. Dinamita en un tema complicado que afecta al expresidente del HSBC, hoy miembro del gabinete Cameron.

El tema también causa controversia en Francia. Uno de los patrones de 'Le Monde' critica el uso que el periódico hace de la lista. A pesar de las palabras de Bergé, que salvó al periódico de la quiebra, 'Le Monde' dice que seguirá informando libremente sobre el caso.