La Comisión Europea da el visto bueno a la inversión, cuyo objetivo principal es la reactivación de la economía. La propuesta de Juncker sólo cuenta con 16.000 millones de financiación pública, así que el resto se espera que provenga de iniciativa privada. España es el tercer país de la Unión Europea que más dinero ha pedido, principalmente para la renovación del AVE.