El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha asegurado que el trucaje de los motores diésel de Volkswagen para limitar sus emisiones contaminantes es un "caso aislado" en la industria automovilística implantada en España.

Tras participar en un seminario internacional sobre energía, el ministro ha comentado que se ha puesto en contacto con las 17 fábricas de automóviles ubicadas en España y que le han garantizado que "ni una sola de las marcas no pertenecientes a Volkswagen ha instalado" ese tipo de motores.

Por otra parte, el ministro ha reiterado que el Gobierno sigue estudiando cómo actuar en este caso frente a Volkswagen, aunque ha precisado que el informe de la abogacía del Estado aún no está listo.

Preguntado por si el Gobierno elaborará una propuesta para penalizar a Volkswagen, ha afirmado: "Si el software que incorporan los vehículos diésel tiene que ver con la limitación de emisiones de CO2, el Gobierno sí que se propondría la devolución de estas ayudas, pero teniendo en cuenta que se han dado directamente al comprador y no a la empresa".

En esta línea, ha insistido en que, en ningún caso el Gobierno reclamaría la devolución de ayudas a los propios compradores.

A la pregunta de si el Gobierno actuará contra Volkswagen por fraude, se ha limitado a comentar: "En la medida en que tenga que ver con la limitación de emisiones que estén contempladas como base en las ayudas que se han dado, si tienen que ver con este tipo de emisiones, no le quepa ninguna duda".

No obstante, el propio ministro ya dejó claro que la alteración de las datos de las emisiones solo afectan a las de óxido de nitrógeno y no a las de CO2, por lo que no tendría sentido reclamar las ayudas recibidas por el plan PIVE.

A la pregunta de si vería bien que la justicia actuara en este caso, se ha limitado a responder que el Gobierno respetará siempre las investigaciones judiciales que se puedan dar.