Bastó un exótico informe para tumbar el imperio de Jenaro. 48 horas después de arengar a sus trabajadores, Jenaro confiesa. Sus empleados no fueron los únicos, nadie terminaba de creerse sus cifras, pero todos picaban.

Y lo ha conseguido utilizando un viejo ardid, el del 'timo de la estampita'. Un timo imposible de lograr sin una personalidad magnética como la de García, que decía que Gowex “iba a ser la próxima Google”, con lo que espoleaba a sus trabajadores.

Derruida Gowex, se buscan responsables. Entre las principales víctimas del naufragio están los trabajadores de Gowex. Jenaro, que se despidió de su tropa tirando de nuevo de Kipling, twitteaba estos versos: “Si puedes ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas”. García espera emerger de nuevo, una esperanza que ya no comparten los que remaron en pos de sus delirios.