En la Bolsa de Nueva York, la acción se hundió un hasta un 11,93%, lo que equivale a una pérdida de más de 47.000 millones de dólares en capitalización de mercado.

La acción comenzó a desmoronarse después de la publicación de un largo informe de la agencia de noticias Reuters afirmando que el grupo comercializaba productos de talco que, al menos entre 1971 y principios de la década de 2000, a veces contenían amianto.

Los ejecutivos, investigadores, doctores y abogados de la compañía estaban al tanto, pero decidieron deliberadamente no revelar esta información y no comunicarlo a las autoridades, agrega la agencia citando documentos internos.

John & Johnson reaccionó llamando al artículo de Reuters "parcial, falso y provocativo". "El polvo de bebé de Johnson & Johnson es seguro y no contiene asbesto", dice el grupo en un comunicado, que asegura que "las miles de pruebas realizadas por J & J, reguladores, laboratorios independientes e institutos académicos" demostraron la ausencia de asbesto en sus productos.

La compañía también destaca haber "cooperado completamente y abiertamente con la agencia de salud de EEUU y otras agencias reguladoras de todo el mundo, proporcionándoles toda la información requerida durante décadas".

Johnson & Johnson afirma haber "utilizado siempre el los métodos más avanzados disponibles "para probar la presencia o no de asbesto.