Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la subida de los precios en septiembre, una décima inferior a la adelantada el pasado día 29, es el primer dato de crecimiento desde julio de 2015, si tenemos en cuenta que en diciembre del pasado año la tasa fue del 0,0%.

En la mejora de la tasa anual ha influido el sector del transporte, cuyos precios se mantuvieron estables (0,0%) con una mejora de dos puntos respecto a agosto, debido al encarecimiento de carburantes y lubricantes, que se abarataron el pasado año. También ha influido la vivienda, cuya tasa anual ha mejorado más de un punto y medio hasta caer el 2,8%, por la subida de precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para calefacción y gas, frente a las bajadas del pasado año.

Los hoteles, cafés y restaurantes también aumentaron sus precios (1,1%), un punto por encima del mes pasado, gracias al menor abaratamiento de los hoteles y otros alojamientos. Los grupos con mayor influencia negativa en el IPC fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas que, aunque aumentaron sus precios el 0,8%, lo hicieron un punto por debajo del mes pasado, debido a un mayor abaratamiento de las frutas frescas, así como de las legumbres y hortalizas frescas, aceites y pescado fresco, que se encarecieron en 2015.

También el ocio y la cultura tuvieron un impacto negativo en el IPC, con un descenso de precios del 1,5% (más de un punto por debajo del mes pasado), por el mayor abaratamiento de los viajes organizados. La tasa anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó una décima hasta el 0,8%, es decir que se situó seis décimas por encima del IPC general.

En tasa mensual, los precios se mantuvieron estables (0,0%), una décima por debajo de agosto (0,1%), algo que responde al abaratamiento de los viajes organizados y, en menor medida, de las frutas frescas, y que contrarresta el alza del vestido y calzado, tras el fin de las rebajas e inicio de la temporada de invierno.