A Raúl le hicieron un contrato indefinido en mayo de 2022. Desde entonces, nos cuenta, consume más. "Te da mucha más seguridad a la hora de ir a a lo mejor una vivienda, de todo", resume esta trabajador. Y es que quienes tienen un contrato temporal se ven forzados a guardar más dinero, ya que "tienen más peligro de transitar al desempleo", en palabras del catedrático de Economía Rafael Pampillón, que explica que estos trabajadores "ahorran más" para tener "un colchón".

Según el Banco de España, las personas con un empleo más estable gastan el 81% de su renta, frente al 72% de los temporales. El pasado año, los trabajadores con contrato indefinido aumentaron en más de 1,5 millones, impulsados por la reforma laboral, mientras que aquellos con contrato temporal se redujeron en casi 1,2 millones, lo que habría sido una fuente para impulsar el consumo.

"También es cierto que dada la coyuntura económica de España los trabajadores indefinidos no suelen estar en aquellos sectores donde suele haber menores sueldos, como por ejemplo suelen ser la hostelería o el pequeño comercio", puntualiza no obstante el economista Iván Campuzano. Además, el gasto no es lo único a tener en cuenta. Y es que, tal y como manifiesta una ciudadana a preguntas de laSexta, "cuando ven que no tienes un contrato indefinido, te es muy difícil conseguir un préstamo”.

En torno a un 25% de los indefinidos, no obstante, fueron fijos discontinuos. "No son igual que los fijos, pero tampoco sufren tanto la incertidumbre de los contratos temporales. Están como a mitad de camino", ilustra Pampillón. "Toda la inestabilidad se traduce en un menor consumo", resume por su parte Campuzano.

Un consumo que también se ha visto afectado por la inflación, porque, aunque un indefinido gaste más, ahora adquiere menos bienes con el mismo dinero. "El problema que nos encontramos es que en muchas ocasiones ese tipo de contratos no vienen a cubrir todo el aumento que ha habido de inflación", advierte Campuzano. Pampillón, a su vez, destaca que "los datos que tenemos del año pasado" reflejan que "realmente se ha consumido un 3% más". "La gente ha echado mano de su ahorro", agrega.

Ahorro que va bajando: el gasto en consumo final de los hogares ya descendió en el último trimestre, adelantando así un posible frenazo en 2023 que sería peor con una mayor inestabilidad en el empleo.