El juez ve indicios suficientes para imputar a Narcís Serra y por eso, el expresidente de Caixa Catalunya tendrá que rendir cuentas ante la justicia del dinero que ganó entre 2007 y 2010 por representar a la entidad.

También lo tendrá que hacer, Adolf Todó, exdirector de la caja y que, según la Fiscalía Anticorrupción, ganó 4 millones de euros en menos de dos años, gracias a su cargo. Unos sueldos desproporcionados que el juez investigará y que la cúpula de la entidad habría cobrado en 2010. Junto a Serra y Todo declararán otros 54 directivos.

Los sindicatos celebran esta decisión porque, recuerdan, la entidad ya ha recibido 12.000 euros de dinero público y sobre ella planea un ERE que afecta a 2.400 trabajadores y cerrará todas las sucursales que estén fuera de Cataluña.

Sus trabajadores no se rinden y piden mejores condiciones en los despidos, por eso han convocado dos días huelga la próxima semana.