La factura de la luz para un usuario medio se sitúa, a falta de dos días para cerrar el mes, en una media de 62,63 euros, lo que supone un encarecimiento del 14,7 % respecto a septiembre del año pasado o lo que es lo mismo, el equivalente a ocho euros al mes.

Respecto a agosto, el recibo eléctrico aumenta el 3,6 % (2,2 euros) y suma su quinto incremento intermensual, en tanto que si la comparativa se remonta a enero, los usuarios pagarán este mes el 10,2 % más (5,8 euros) por la luz que a inicios de año, cuando la factura media fue de 56,85 euros.

El encarecimiento del recibo se debe al encarecimiento de la electricidad en el mercado eléctrico mayorista, impulsado por el mayor uso de tecnologías más caras, como las centrales de gas y carbón, y por el aumento de las importaciones desde Francia por la indisponibilidad de una parte de su capacidad nuclear.

A falta de días para que acabe septiembre, el recibo de la luz para un consumidor tipo (con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora o 250 KWh al mes) se sitúa en 62,63 euros, según datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En los 28 primeros días de agosto, el coste de la factura de la luz era, según el simulador, de 60,44 euros, mientras que en septiembre de hace un año se situaba en 54,61 euros. El encarecimiento del recibo responde a la subida de los precios eléctricos mayoristas, que suponen en torno al 35 % de la factura, ya que los costes regulados, que fija el Gobierno, llevan años congelados. No obstante, el precio diario de la electricidad en el marcado mayorista se ha situado en 70,07 euros por megavatio hora, inferior en el 7,7 % respecto al que marcó días anteriores.

Para mitigar el efecto de estas subidas en el bolsillo de los ciudadanos, el Gobierno planea suspender temporalmente el impuesto a la generación (7 %) y reformar el bono social eléctrico, así como implantar otro para la calefacción.