Carlos es perito informático, de la Asociación de licenciados en Informática de Madrid, capaz de rastrear fraudes digitales por muy escondidos que estén. Asegura que les llegan peticiones "de colegios que quieren que les borres todos sus datos porque creen que van a tener una inspección".

Ahora más que nunca las empresas que defraudan tienen miedo a las redadas informáticas. La Agencia Tributaria ha impulsado auditorías especializadas que le han permitido aflorar en tres años unos 775 millones de euros.

Carlos asegura que "el fraude más habitual es un programa de contabilidad que tiene dos empresas, la empresa 'a', que es la legal y la empresa 'b', que es la desconocida que luego automáticamente no se declara". Existen cajas registradores para eliminar las operaciones en metálico y desviarlas a la contabilidad en negro.

Algunos programas contables son rudimentarios pero otros cuestan hasta 90.000 euros en el mercado negro. El consejero del Sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Manuel Redal, explica que "cuando se detecta que un determinado establecimiento o empresa tiene muchas operaciones en tarjeta de crédito y muy pocas en efectivo, te pone en alerta".

La Agencia Tributaria también sospecha de aquellos negocios que manejan dinero en metálico y que sorprendentemente presentan al fisco rentabilidades muy bajas. Pero los expertos recuerdan que donde se cometen los mayores fraudes es en las grandes empresas.