El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha señalado que la zona euro necesitará "un año y medio, dos años" para volver a la situación previa a la pandemia del Covid-19 y ha defendido que la mejor receta a corto plazo en esta crisis es elevar el gasto público.

"En estos momentos, el sector público tiene que gastar (...) eso va a dejar una huella de deuda pública (...) pero es que no hay otra alternativa, la de no gastar sería mucho peor", ha señalado durante un encuentro virtual organizado por Esade.

De Guindos también ha apuntado que, aunque el "nivel de incertidumbre es brutal", la caída económica en la zona euro parece haber "tocado fondo" y ha recordado que las previsiones son de una caída del PIB de entre el 6 % y el 12 % para este año -con un desplome en la primera parte y un rebote en el segundo semestre- y de un crecimiento de alrededor del 6% en 2021. "Tardaríamos aproximadamente un año medio-dos años en recuperar la posición que teníamos antes del inicio de este ejercicio", ha apuntado.

Sobre España, ha señalado que partía con la ventaja de estar creciendo por encima de la media europea pero que su estructura productiva es "muy sensible" al confinamiento por el peso del sector servicios. "La economía española puede caer algo más de la media europea", ha reconocido.

Sobre las medidas que debe tomar el Gobierno, De Guindos ha evitado hacer valoraciones sobre aspectos concretos, y ha insistido en la necesidad de proteger el tejido empresarial, garantizar que llega la liquidez y que la red social funciona para que nadie se quede sin un nivel de renta mínimo.

Y ha reiterado que Europa es "una red de seguridad" para España con el BCE dando liquidez en condiciones muy favorables para que llegue a familias y empresas y con compras de deuda- entre 120.000 y 130.000 millones al año en el caso de España- para evitar "que no haya fragmentación en mercados de deuda publica" que eleve la prima de riesgo.

También ha insistido en que habrá "más solidaridad" desde Europa con fondos para la reconstrucción. "Europa ayudará a que no haya gente que vaya por delante y otros por detrás", ha apuntado.

La respuesta debe ser panaeuropea con un fondo de reconversión y con financiación común y que las ayudas que se den no sean en forma de deuda sino en transferencias no reembolsables. El BCE, ha insistido, está ayudando a que la crisis no sea más grave y pase a ser de deuda o a afectar al sector bancaria.