El Gobierno de coalición quiere sacar adelante cuanto antes uno de sus proyectos estrella que lleva varado en el Congreso casi un año: la ley de Vivienda, uno de los compromisos de legislatura que, en año electoral, servirá para marcar perfil a ambos socios de Gobierno.

Sin embargo, para ello es necesario el concurso de sus socios habituales y dos de ellos, ERC y Bildu, están presionando para enmendar el proyecto de ley con un avance significativo en una de sus principales patas: el control de los precios del alquiler.

Así, según ha sabido laSexta, el Gobierno está negociando rebajar la entrada en vigor de estos límites en zonas tensionadas -a ser decretadas por las Comunidades Autónomas- de 18 meses, como consta en el texto que salió de la mesa del Consejo de Ministros, a solo medio año.

Esto haría que el tope a los precios del alquiler entrara en vigor este mismo 2023, a finales y muy cerca de las próximas generales que deberían celebrarse antes de 2024.

Si bien ahora mismo el Congreso de los Diputados se encuentra en periodo inhábil, tanto los miembros de la coalición como sus socios habituales están intensificando los contactos para que la ley de vivienda salga cuanto antes en el BOE.

Ayer la titular del departamento, la ministra de Agenda Urbana Raquel Sánchez, ya avanzó que se podrá rebajar la consideración de gran tenedor a petición de las comunidades autónomas a una horquilla "inferior de 5 a 10" pisos.

En una entrevista en 'El Periódico', la ministra ha asegurado que el Gobierno defiende una contención de los precios del alquiler "pero también un sistema para que a los pequeños propietarios, aquellos a los que no se les imponen el límite del precio del alquiler, les pueda resultar atractivo rebajarlo".