El fondo inversor BlackRock tiene presencia en más de 30 países y es muy conocido en España. No es para menos si se tiene en cuenta que gestiona más de 10 billones de dólares en activos de miles de inversores. De hecho, ha conseguido duplicar el capital en una década. Se trata de un relevante accionista en 19 de las 35 compañías del Ibex 35. Ahora aterriza en la número veinte, Naturgy, con una posición inicial del 20,6% del capital.

En el centro de este gigante de la inversión se encuentra Larry Fink, que se ha convertido en una estrella mundial para gobiernos, empresarios, escuelas de negocio y para la prensa salmón. Fink se ha reunido en varias ocasiones con Pedro Sánchez y parece alineado con las políticas que el presidente del Gobierno quiere seguir impulsando, principalmente en materia de energías renovables.

Hace año y medio durante un webinar organizado por BBVA con su presidente Carlos Torres, Fink ensalzó a España, país del que dijo creer que "subestiman los inversores de todo el mundo". Él asegura que "tiene la oportunidad de ser el país que transforme Europa". Ensalzó su ya conocido liderazgo en energía solar y apuntó que recientemente "también lo tiene en energía eólica".

Si consigue entrar en Naturgy, BlackRock tendría cerca de un pleno de participación en las grandes energéticas, a excepción de Endesa. Tiene posiciones en las cuatro grandes entidades bancarias (Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell), y en otras 9 compañías más como Amadeus, Telefónica e incluso Aena. En la energética que preside Francisco Reynés, entraría como tercer gran inversor, con el 20,6%.

La entrada de BlackRock en principio sería indirecta, ya que en primer lugar adquirirá al fondo estadounidense que ya tiene esa participación: GIP. El movimiento, en principio, no preocupa a la compañía, como ha asegurado Reynés en una entrevista reciente en el diario Expansión. Pero quien sí considera un problema el enorme poder de BlackRock es Sumar, el socio minoritario del ejecutivo, que le pide a Sánchez que actúe de forma similar al caso de Telefónica.

En las Cortes Generales, Carlos Martín Urriza, responsable económico y diputado de Sumar, ha denunciado que la entrada de BlackRock es "una posibilidad de pérdida de autonomía estratégica para España". Martín Urriza destaca sus dimensiones y su posición en otras empresas estratégicas, deduciendo que esto le sirve para "ejercer presión a la hora de acomodar regulaciones, como en el sector inmobiliario". Por eso, pide al Gobierno que entre en el capital de Naturgy y utilice la 'ley antiopas'.

 BlackRock es el mayor fondo del mundo y el primero de capital extranjero en el Ibex, además del inversor presente en un mayor número de compañías, -concretamente en 19-. Tiene un valor en cartera que supera los 20.000 millones de euros.

"Su músculo financiero es casi 10 veces la economía española" destaca Albert Salvany, socio fundador de Funding Fast, sobre BlackRock. Un capital enorme que le obliga a diversificar y a "invertir en todo lo que se nos pueda ocurrir". La sicav tiene en cartera posiciones más conservadoras, en renta fija (deuda), una buena parte en renta variable (mercados), pero también otra en productos más innovadores, como un fondo cotizado en Bitcoin.

En el Ibex 35 toca prácticamente todos los sectores: energético, inmobiliario, banca, telecomunicaciones, turismo y servicios, inmobiliario, construcción, transporte e industria química. En este último sector tiene participaciones en Grifols, más de un 3%. La empresa que también ha sido noticia en la última semana porque una firma estadounidense ha puesto en duda su balance.