A José Manuel la sequía de julio y agosto en Galicia le va a salir cara. Es ganadero y según dice, este año tendrá un 40% menos de recogida de maíz, principal sustento de las vacas, el pilar del sector lácteo.

La falta de lluvia y las altas temperaturas han arrasado con la producción de este cereal. Las pérdidas, dicen los sindicatos, son millonarias. Para José Manuel, "es un golpe muy grande porque según están los precios de la leche, tener que comprar fuera es casi inviable".

Por su parte, Barcelona vive la tercera sequía más intensa de los últimos 230 años. En Vacarisses no sale agua de las fuentes, debido a que el Ayuntamiento ha restringido su uso ante la falta de abastecimiento.

Antonio lleva más de 20 años recogiendo el agua de la lluvia en garrafas para luego llenar la piscina o regar sus plantas. No es el único vecino concienciado, Eric depura el agua de su piscina todo el año para no tener que llenarla en verano.

Por otro lado, en la Comunidad Valenciana este año ha llovido un 40% menos, el 2016 es el peor año desde 2007. En Tollos, Alicante, este verano se han quedado dos veces completamente sin agua. Según su Alcalde, "al triplicar la población, el agua que entra no es suficiente".

La falta de lluvia se hace más que visible también en los pantanos del Júcar, que este año apenas llegan al 30% de su capacidad.