Narcís Serra no se ha cansado de decir que sus sueldos tenían el visto bueno del Banco de España, pero el juez que investiga la subida de sueldos de la cúpula de la caja cree que Serra pudo cometer un delito de administración desleal. La subida llegó cuando la caja ya estaba quebrada.

Caixa Catalunya, actual Catalunya Banc, ha sido una de las entidades que ha sufrido más protestas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Un informe que el FROB ha remitido a la Fiscalía y que publica 'El Mundo' demuestra que no es por casualidad.

En los años de la burbuja, cuando Narcís Serra dirigía la entidad, la caja se convirtió en la campeona del riesgo. "Las mismas personas que tenian como objetivo el crecimiento de la entidad, tenían también la capacidad de determinar si una operación era arriesgada. Esto supone en la práctica la desparición del control de riesgos", reza el informe.

El resultado: la caja concedió casi 87.000 hipotecas sin control, un total de 7.000 millones de euros. Un dinero que dejó de cobrar en cuanto empezó la crisis. Porque sus titulares ya vivían al límite incluso antes.

"Más del 50% de los titulares presentan ingresos inferiores a los 20.000 euros y un 9,62% sin profesión activa". En julio de 2014, un fondo buitre, Blackstone, se quedó con estas hipotecas tóxicas. Era el requisito necesario para que el BBVA se quedase con la caja. Todo después de que el Estado perdiese 12.000 millones de dinero público en el rescate.