En Ferrol han pedido repetidamente más trabajo y sobre todo un dique flotante para reparar grandes barcos y frenar el paro. Con él se emplearía a más personas, se daría trabajo a empresas auxiliares y permitiría asumir reparaciones de grandes buques. Sin embargo, la UE ha dicho que no dará ninguna ayuda pública para la construcción del nuevo dique. Unos 4.000 trabajadores han perdido su puesto de astilleros y el paro ya supera el 30%.

“Tanto la SEPI y el Gobierno central nunca tuvieron fe en el proyecto”, señala Manuel Anxo, miembro del CIG de Ferrol. Al Partido Popular le achacan que en Bruselas no han sudado la camiseta. El alcalde de la ciudad afirma que ha solicitado “dos reuniones con el comisario de la competencia pero ninguna ha sido atendida”.

En este aspecto, los socialistas creen que Bruselas puede levantar el veto por tratarse de una zona deprimida. “El tratado de la UE permite exceptuar de las reglas de competencia a las zonas de subempleo. Ferrol, por desgracia, es la capital del desempleo en Galicia con una tasa superior al 30 %", asegura Beatriz Sestayo, diputada autonómica del PSOE. Sin el dique, Ferrol se descuelga  de los mercados de reparaciones internacionales.

“La construcción del dique es una alternativa necesaria para el área de reparaciones que es rentable porque aporta ingresos”, afirma el presidente de Comité de Empresa de ‘Navantia Fene’. Nadie acepta que a estos astilleros les impidan hacer lo que siempre han hecho, por lo que todo Ferrol desea y necesita que las grúas vuelvan a estar en movimiento.