Una asignatura pendiente

El FMI pide al BCE que baje los tipos de interés al 2% y mantenerlo sin cambios

¿Por qué es importante?
Reducir y mantener el tipo de interés al 2% es clave para consolidar la desinflación en Europa, permitiendo al BCE gestionar riesgos económicos, las tensiones comerciales globales y posibles efectos negativos de una recesión.

La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. EFE/MICHAEL BUHOLZER

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sugerido este viernes que el Banco Central Europeo (BCE) debería reducir en un último paso su tipo de interés oficial al 2% este verano, en un esfuerzo por mantener la política monetaria ágil y centrada en lograr objetivos duraderos.

Concretamente, según el FMI, el BCE habría tenido éxito en su lucha por frenar la inflación. Tanto que, durante la segunda mitad de este 2025, podría alcanzar su meta de estabilidad en la segunda mitad de 2025. Eso sí, aconseja a la entidad presidida por Christine Lagarde hacer un único y último recorte de un cuarto de punto del precio del dinero, dejando así la tasa de referencia estable en el 2% salvo perturbaciones significativas.

Alfredo Kammer, director del departamento del FMI para Europa, destacó que este ajuste sería la última medida necesaria para consolidar los avances logrados en la desinflación, aunque advirtió que el BCE debería mantener este nivel salvo que surjan perturbaciones globales de relevancia.

"Tras el gran éxito del esfuerzo desinflacionario del BCE, los bancos centrales deberían seguir normalizando la política monetaria con cautela", ha dicho Kammer en su tradicional rueda de prensa, en la última jornada de la reunión que cada primavera celebra el FMI en Washington. Allí, también ha dicho que las tensiones globales podrían provocar un nuevo alza en las expectativas de precios, mientras que una peor evolución económica en Europa las presionaría a la baja.

En este sentido, para capear la incertidumbre actual, el director del departamento para Europa defiende la importancia de que el Viejo Continente "apueste por más comercio y no por menos", preservando su apertura comercial y ampliando su red de acuerdos de libre comercio. No obstante, avisa de la necesidad de vigilar cuidadosamente el impacto de la posible desviación del comercio con la llegada a Europa de exportaciones procedentes de China ante los elevados aranceles aplicados por EE.UU., que el FMI estima en un valor equivalente a alrededor del 0,25% del PIB de la UE, a corto plazo.

Desde junio del año pasado, el BCE ha reducido los tipos de interés en siete ocasiones, pasando del 4% al 2,25% actual, con la posibilidad de un nuevo recorte a la vista en la reunión del 5 de junio. Sin embargo, Lagarde, presidenta del BCE, ha indicado que la decisión dependerá de los datos y acontecimientos que se presenten hasta ese momento.

La guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha alterado el panorama global y complicado la previsión de los bancos centrales. Mientras que en Europa la inflación parece estar bajo control, Kammer destacó que las tensiones comerciales podrían llevar a un repunte en las expectativas de inflación, aunque un posible escenario de recesión en Europa podría generar presiones a la baja.