El petróleo canario, suponiendo que finalmente exista, se encuentra en el límite de la rentabilidad, porque los expertos aseguran que su extracción quedaría en entredicho en el actual contexto de precios.
Tan revuelto está el panorama del crudo, que el Gobierno deja en mano del operador el futuro de las prospecciones. José Manuel Soria asegura que "el gobierno dará permiso, que se continúe dependerá de los operadores".
En este caso Repsol apaga el fuego recordando que de haber petróleo, como pronto empezaría a sacarse en cinco años y que todo dependerá de cómo están los precios entonces.
Extraer un barril de petróleo mediante fracking en España cuesta entre 50 y 75 dólares y si se usa el método de pizarras para sacarlo, el precio ronda los 75 también. Sin embargo, en Arabia Saudí obtener un barril apenas conlleva gastarse cuatro dólares.
Varias empresas de fracking estadounidense están quebrando porque no pueden aguantar el recrudecimiento de esta guerra que Maduro intenta frenar sin éxito en Oriente.
La calidad del petróleo venezolano hace que se necesite un precio de 120 dólares para tener equilibrio presupuestario. Rusia lo consigue si ronda los 100, aunque actualmente el barril está en 45 dólares, lo que dinamita sus economías.