El último dato del Euríbor roza su mínimo histórico al bajar al -0,498% en agosto. Fue en enero cuando tocó el -0,505% y a partir de ahí, durante lo que llevamos de año, ha ido subiendo ligeramente hasta cerrar agosto, de nuevo, cercano a ese medio punto negativo y por debajo del de 2020.
El experto José Ramón Sánchez-Galán, apunta además que desde febrero de 2016 el Euríbor ha tenido tasas negativas. "El Banco Central Europeo ha utilizado siempre una política ultra expansiva de inyección de liquidez. La herramienta rápida son la bajada de los tipos de interés", explica.
El dato de este mes supondrá un alivio para quienes cuentan con una hipoteca de tipo variable, que notarán un ahorro en su cuota. También aquellos que tengan una hipoteca variable media de 150.000 euros a 25 años y que la revisen anualmente. Sin embargo, y en el caso de contar con una hipoteca que cambia cada seis meses el tipo de interés en lugar de cada año, algo poco común, notarán una pequeña subida.
Los economistas esperan que estos niveles se mantengan pese a la subida de la inflación. "El Banco Central Europeo considera que es algo puntual, por lo tanto no va a mover tipos, ya lo anunció Christine Lagarde en la última reunión del BCE. Como mínimo hasta el 2023-2024", apostillo Sánchez-Galán a laSexta.
Y ante este panorama la pregunta es clara: ¿qué conviene más, hipoteca a tipo fijo o variable? Los expertos insisten en que no hay una fórmula correcta y que depende de si la persona que adquiere una hipoteca prefiere no enfrentarse a ningún riesgo y saber con certeza lo que va a pagar durante los próximos 30 años aunque se pague un poco más ahora, o si por el contrario está dispuesta a asumir riesgos y pota por pagar lo mínimo posible ahora.
Lo cierto es que la tendencia a la baja ha impulsado las hipotecas de tipo variable. En junio, más del 60% de las hipotecas que se firmaron fueron así, lo que supone cambio de tendencia porque a principios de año predominaban las fijas.
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