No hace falta terraza ni buen tiempo todo el año, los vascos son los nuevos reyes del gasto en los bares, mientras Canarias repite en última posición, aunque aumentan su 'inversión' en restauración, según se desprende de la Encuesta de Presupuestos Familiares que realiza el Instituto Nacional de Estadística.

Cada español pagó 999,98 euros en 2022 si sumamos la caña, el menú y la porra del desayuno. Son 19 euros a la semana. Pero el dato es muy heterogéneo, en función de la comunidad autónoma en la que se resida la diferencia llega a ser de 650 euros entre en la que más se gasta y en la que menos dinero se destina a la hostelería.

Euskadi se corona como nuevo rey del gasto en hostelería superando a Navarra, donde cae. En la cuenta de 2022 tocaron a 1.359 euros por residente en la comunidad, algo más de 26 euros por semana. En el ranking le siguen Navarra (1.234 €), La Rioja (1.181 €) y la Comunidad de Madrid (1.124 €).

En el extremo contrario está Canarias, donde tocaron a 706 euros por persona en todo el año, le siguen Castilla-La Mancha (778 €), Cataluña (825 €) y Cantabria (875 €). Todos estos, junto a la Región de Murcia, Baleares, la Comunidad Valenciana y Galicia, se sitúan por debajo de la media nacional que marca casi los 1.000 euros.

Razones, miles

No solo el gasto es heterogéneo, también lo es el servicio, el consumo, el clima y los horarios. España es incomparable en hostelería, incluso consigo misma. En Euskadi es imposible encontrar una tapa gratis, o mejor dicho un 'pintxo', sin embargo en Andalucía es raro que no haya una terraza con clientes en pleno enero. Además, hablamos de un gasto que de por sí es volátil, tanto en las comunidades autónomas como a nivel nacional.

A nivel de todo el Estado, el gasto ha variado en el rango de los 40 y los 100 euros anuales, y marcó sus máximos históricos en el año 2007 con 1.095 euros de gasto por persona. Datos que también nos muestran que la historia del gasto en el bar es también la de la 'gran recesión', por eso se tocó suelo en el año 2013, con 788 euros.

En 2017 volvió a superar la barrera de los 1.000 euros, pero no lo ha vuelto a hacer desde entonces. El dato de 2022, el último, se ha equilibrado con el de 2019, el de justo antes de la pandemia, pero con grandes variaciones dependiendo de qué comunidad autónoma. Caen más las que son más turísticas.

El caso Extremadura

Extremadura es la que más incrementa su gasto en hostelería, y lo hace enormemente a pesar de sus datos comparados de empleo y salarios. Continúa como la Comunidad Autónoma con los índices más bajos en cuanto a sueldos, tanto si hablamos del medio como del que percibe el 10% más pobre, mientras se mantiene como segunda comunidad con menos personas ocupadas (46,8 %) y también con mayor tasa de paro (17 %), según los datos de la EPA del segundo trimestre.

Pero Extremadura mejora mucho ese dato que refleja el consumo en los bares, marcando una gran diferencia sobre el segundo, lo que le ha hecho pasar de ser segundo por la cola a estar por encima de la media, marcando el mejor dato desde que hay registros. Una posible explicación es que, desde 2019, Extremadura ha mejorado más que la media nacional en cuanto a empleo: ha reducido 1 punto más el paro y ha aumentado un punto más la ocupación laboral.