Madrid encabeza otro año más la demanda en el mercado de obra nueva. Así lo refleja el 'Informe Residencial' de 2022 para España publicado por la consultora inmobiliaria Colliers, que sitúa en segunda posición a Málaga, desbancando así otro año más a Barcelona, que cae a la tercera plaza. Según los datos recogidos en el documento, la capital española cuenta con una cuota en este aspecto del 15,8%, mientras que la Costa del Sol llega al 10,6% y la provincia catalana se queda en el 9,2%. Les siguen Alicante (8,3%) y Valencia (5,7%).

El orden se invierte cuando se analiza el mercado de segunda mano, aunque también Madrid se posiciona en primer lugar en este apartado, con un volumen de operaciones del 12,2%. En segunda posición se encuentra Barcelona, con el 9,8%. Y después, Alicante (8,1%) y Valencia y Málaga (con 5,9% cada una). Y en relación a la demanda extranjera, vuelven a variar las preferencias junto a una reactivación de esta actividad, según apuntan desde Colliers.

En este caso, Alicante es, de nuevo, la provincia preferida por los extranjeros para adquirir una vivienda, registrando un 22,4% de las operaciones de compra. Málaga se sitúa otra vez en segundo lugar en este formato, con una cuota del 13,5%. Barcelona, con un 7,2%; Madrid, con el 6%, Canarias, con el 9,3%; Valencia, con el 5,9%; y Baleares, con un 5,7%, completan el ránking de interés foraneo por la compra de vivienda. Así se resuelve un año que, tal y como apuntan desde la consultora, comenzó "con mucha fuerza".

"2022 ha sido en el primer semestreel mejor de toda la serie histórica desde 2007. Sin embargo, el cierre del ejercicio se encara con previsiones menos alentadoras. A pesar del contexto macroeconómico, estimamos que 2022 se cerrará con 675.000 transacciones de vivienda manteniendo niveles muy similares a los del año precedente", ha apuntado Jorge Laguna, director de Business Intelligence de Colliers, quien anticipa un escenario difícil de cara a 2023.

Según el dirigente, se prevé una "práctica ausencia de operaciones de inversión institucional en el sector residencial y, en su caso, la reconversión de portfolios de viviendas a la venta individual de las mismas o a la gestión del arrendamiento a medio plazo para esperar tiempos mejores". En este sentido, ha añadido Laguna que "la inversión en build to rent y viviendas en alquiler se recortará, al menos, hasta el primer semestre de 2023, mientras que la vivienda de obra nueva y la de segunda mano resistirán mejor el impacto de la crisis".