La queja de Donald Trump
era esta: "Somos el único país en
el mundo donde la gente puede vender sus productos y no pagan impuestos, nada".
Y ya ha tomado medidas, en concreto contra la aceituna negra: asegura que
la exportamos por debajo del precio de mercado gracias a las subvenciones
europeas. Los productores californianos se quejan de competencia desleal pero
en nuestro país, desde el sector, lo niegan. "Las empresas californianas
quieren ser los únicos que vendan aceituna negra", explica Gabriel Redondo,
presidente de Agrosevilla.
Trump ha impuesto un
arancel que puede llegar hasta el 7%, lo que en cifras se traduce en "dos millones de jornales en peligro, 70
millones de facturación y casi 300 empresas", según Susana Díaz, presidenta de
la Junta de Andalucía. Desde el sector temen que siente un precedente como
asegura Antonio de Mora, secretario general de Asemesa: "Detrás podrían venir
todos los productos de la UE con ayudas".
"No hay motivación para que las autoridades americanas penalicen las exportaciones", explica Luis de Guindos, ministro de Economía, que cree que el arancel no debe existir. Esta medida todavía es preliminar y en marzo se hará efectiva.