Lala tiene una cuenta bancaria inactiva, pero con algo de dinero desde hace años. "La abrí para meter dinero de la universidad y ahí se quedó, luego tiré la tarjeta pero sigue abierta porque no encuentro la contraseña", explica la catalana. Y no es la única. En Valencia, un chico nos explica que tiene "una cuenta por ahí perdida en el olvido, con 50 céntimos".

Solo del último año del que hay registros, que es el 2021, el Estado recaudó 32,15 millones de euros. Algo que mucha gente desconoce. "Es la primera vez que lo oigo", responden. Y es que cuando ese tipo de cuentas alcanzan los 20 años abandonadas, Patrimonio se lo queda. En concreto, el dinero de las cuentas y libretas inactivas patrimonio las destina a financiar programas educativos para personas con discapacidad.

Y en los últimos 10 años, de 2012 a 2021 ambos incluidos, el Estado ha acumulado 300 millones de euros. En la calle creen que los bancos deberían avisar antes y localizar a las personas afectadas. De hecho, la Asociación de Usuarios Financieros, ASUFIN, explica que hay una norma al respecto: "En Europa nos obligan atener actualizados los datos de los titulares de las cuentas y si no se localizan se pueden cerrar esas cuentas". También denuncian el cobro de comisiones sobre cuentas como esas.

Los abogados explican que algunas de esas cuentas son de fallecidos. Además, recomiendan mirar en casa si tiene facturas con las que poder recurrir ese dinero, incluso si el banco se ha fusionado con otra entidad porque, dicen, hay mecanismos.

Ante las herencias sin beneficiarios las comunidades y el Estado también tienen que responder. "Si ni siquiera hay hijos de primos, entonces es la comunidad autónoma la que recibe eso y, si no lo tienen regulado, es el Estado quien lo recibe". Entre 2010 y 2019 la Administración se ha quedado con 80 millones de euros.