Xosé García ha conseguido que su granja sea autosuficiente. No le afecta ni la desorbitada subida de la luz, como tampoco el paro de transportistas ni la falta de piensos y cereales a causa de la guerra en Ucrania. Es el dueño de la "Casa da Fonte", en la parroquia de Mañente (Lugo), y en cinco años y medio ha conseguido abastecerse por sí mismo.

Las vacas tienen hectáreas de pasto de sobra. Con Ucrania, el granero europeo, en guerra, los piensos han triplicado sus precios. Pero sus vacas no lo necesitan. "Aquí con las vacas no utilizamos prácticamente nada. Les damos cien gramos de harina por animal, prácticamente como caramelo", explica a laSexta el ganadero.

Del prado a la sala de ordeño. Y la leche que obtiene no la vende a la industria, sino que la envasan y la transforman en yogures, mantequilla o queso que la gente compra allí de manera directa. "Nos llegaron a pagar 24 céntimos y daban muy poco margen de obra", dice.

Pero la autosuficiencia de esta granja también se produce en la electricidad. Antes, Xosé pagaba más de 10.000 euros al año en luz. Pero desde que ha instalado placas solares, se ha desenganchado del sistema y paga cero euros. Tampoco le afecta el parón del transporte: él mismo hace el reparto en su furgoneta y siempre en la zona, como un panadero.

"Creemos que todos los pueblos deben ser capaces de producir su propio alimento para no depender de situaciones como las que estamos viviendo hoy en día. Dentro del mundo agroecológico tampoco tendría sentido hacer las cosas bien para luego mandar los productos a la otra esquina del mundo", explica el granjero.