La desigualdad empieza a ser marca España. Calderilla para la inmensa mayoría y cada vez más dinero y menos presión fiscal para los que ya andaban sobrados. Jaime Atienza, director del departamento de campañas de Oxfam, defiende que "rebajar la factura fiscal a los grandes supone menos recursos para todos".

Ese 1% de grandes potentados españoles acumula el mismo dinero que el 80% de la población más pobre. En 2015 las grandes fortunas vieron crecer sus caudales un 15% y el resto de españoles soportaron una caída en la misma proporción. Hasta ahora el Gobierno no se ha cansado de regatear este espinoso tema.

Más datos difíciles de digerir, un alto cargo del Ibex cobra 158 veces más que un empleado raso, las cotizadas han aumentado sus filiales en paraísos fiscales un 44%, las sicavs no paran de crecer en número y facturación, el impuesto de sociedades no repunta y la carga fiscal es cosa de las familias. Según OXFAM es prioritario luchar contra la evasión fiscal e instaurar mecanismos de control contra la desigualdad.