Un futuro delicado

En España faltan 700.000 viviendas: la oferta no cubre la demanda y los precios se disparan sin freno

¿Por qué es importante? El Banco de España alerta de que los hogares crecen mucho más rápido que la construcción. Los plazos urbanísticos, la lentitud de las licencias y la falta de suelo agravan un problema que ya hace casi imposible alquilar o comprar.

En España faltan 700.000 viviendas: la oferta no cubre la demanda y los precios se disparan sin freno
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La situación de la vivienda en España no mejora. De hecho, empeora. El Banco de España ha puesto cifras a un problema que millones de personas ya sienten en carne propia: faltan 700.000 viviendas para cubrir la demanda actual. Una cifra que no deja de crecer y que explica por qué comprar o alquilar resulta cada vez más difícil.

El origen del problema está en el desajuste entre oferta y demanda. Cada año nacen más hogares de los que se construyen viviendas. Crecen sobre todo los hogares unipersonales —cada vez más jóvenes viven solos— y, además, la llegada de población extranjera también aumenta la presión sobre el mercado.

Mientras tanto, la construcción de vivienda nueva no logra mantener el ritmo. Aunque se levanten más pisos, los plazos para ponerlos a la venta son eternos: transformar un suelo rústico en urbanizable puede tardar hasta diez años. A eso se suma la lentitud de licencias y trámites, lo que retrasa aún más que esas casas lleguen a quien las necesita.

Un mercado tensionado que dispara precios y alquileres

El resultado es un mercado cada vez más tensionado. El propio ministro de Vivienda, José Luis Escrivá, lo reconoce: "Son muchas viviendas y están en la raíz de la fuerte subida de precios".

Los datos se notan en la calle. Encontrar un alquiler se ha convertido en un reto casi imposible: "Carísimos o habitaciones pequeñas en las que es difícil poder vivir", resume un joven. "Llevo dos años buscando un alquiler, tengo dos hijos y con mi salario… hay muy poca oferta", se queja otra afectada.

La escasez es tal que muchos pisos ni siquiera llegan a anunciarse en portales inmobiliarios. Las agencias ya saben quién los va a alquilar antes de publicarlos: "Cada mes entran viviendas y ya sabemos qué cliente se las quedará, entonces ya ni los publicamos", explica una agente.

Por si fuera poco, el margen de negociación prácticamente ha desaparecido. En la compra, el comprador suele aceptar el precio inicial: "Se lo queda al precio ofertado", admiten desde el sector.

El panorama no invita al optimismo. A las 600.000 casas que ya faltaban, este año se sumarán otras 100.000, hasta alcanzar las 700.000. El Banco de España advierte de que la brecha entre oferta y demanda seguirá aumentando si no se toman medidas.