La empresa neozelandesa Perpetual Guardian, dedicada a la gestión de patrimonio, ha decidido implantar de manera definitiva un nuevo horario de cuatro días laborales de ocho horas sin rebajar el sueldo. Lo hace después de probar este nuevo horario de forma experimental a principios de año.

La prueba mostró que el 78% de empleados sienten una mayor conciliación entre su vida laboral y personal reduciendo la jornada a cuatro días pero cobrando como si trabajasen cinco. Además, los resultados muestran un menor estrés en la plantilla y una mayor satisfacción.

El objetivo del fundador de la empresa, Andrew Barnes, ha sido que sus empleados tuviesen un mejor equilibrio entre su vida profesional y personal. Además de ayudarles a centrarse más en su trabajo mientras están en la oficina ya que el día extra les permite poner en orden sus tareas domésticas.

Los resultados de este experimento concluyeron que hay un aumento de satisfacción tanto en sus casas como en su puesto de trabajo. Así las respuestas positivas han aumentado un 24% respecto a meses anteriores. También, el nivel de estrés del personal bajó un 7% y mejoró la estimulación, el compromiso y el sentido de la responsabilidad de los empleados. El horario no será obligatorio y sólo lo tendrán los empleados que deseen.

Barnes también dijo estar contento con los resultados de la prueba y aseguró que "los empleados tienen menos posibilidades de desarrollar enfermedades mentales si tienen más tiempo para ellos mismos". Incluso el ministro de relaciones laborales de Nueva Zelanda mostró interés por el experimento y animó a otras empresas a encontrar otros modelos de trabajo.