José Manuel Soria está encantado con la reforma eléctrica que se cocina en su ministerio. “Con el nuevo sistema los usuarios sabrán cuánto han pagado hora a hora cada mes”, ha dicho. Pero las bondades que vende el ministro no convencen a las eléctricas que avisan del caos que se avecina.

Los 16 millones de usuarios que podrían acogerse al sistema tendrían 24 precios distintos al día, uno por hora, generándose 384 millones de registros diarios. Y si a esto le sumamos las 61 modalidades de contrato existentes, las posibilidades son infinitas e inabordables para suministradoras y consumidores.

Pero precisamente son las eléctricas las más chamuscadas con el sistema. Algo que minimizan los expertos. A estas pegas hay que sumar el déficit de infraestructura, los viejos contadores no están preparados para el sistema y los nuevos apenas están instalados.

Las eléctricas dicen que adaptarse a lo que pide Moncloa es imposible porque además exigiría una inversión inabordable.