Una pareja ha comprado su segunda vivienda y ha elegido la costa alicantina. "Tiene su campo de golf, la playa maravillosa, tiene hotel, aquí hay gente todo el año", explica uno de los compradores.

Como ellos, cada vez compradores adquieren una vivienda en la costa. Los precios han subido en más de 100 municipios en Alicante hasta un 17%.

Entre las cosas que más valoran está el entorno natural. "Se conserva muchísimo la zona de las dunas, está prohibido construir el paseo marítimo", añade otra de las compradoras.

Zonas que escasean cada vez más. Greenpeace denuncia que el ladrillo vuelve a causar estragos, especialmente en la costa mediterránea, y pide al Gobierno una nueva ley de costas.

"Ha sido levantar la cabeza de la crisis y estamos volviendo a una nueva burbuja inmobiliaria. La realidad es que no tenemos un nuevo modelo de desarrollo económico en nuestro país, sigue siendo el ladrillo y el hormigón", explica Pilar Marcos, responsable de Biodiversidad de Greenpeace.

El ritmo es imparable. En 2017 se concedieron casi 20.000 permisos de construcción en la costa, un 38% más que el año anterior. Entre los compradores, muchos extranjeros que ya compran más casas que nunca en España.

Según Javier Hernández, director de Marketing del grupo CHG, "de las ventas de este año, el 25% proviene de los extranjeros". En la provincia de Alicante esta cifra llega al 41%.