Rajoy busca llenar la hucha, pero sin las impopulares subidas del IVA y el IRPF, De Guindos confirma que el gobierno sí actuará sobre el impuesto de sociedades a través de "la racionalización del impuesto y la eliminación de algunos aspectos".

A lo que se refiere es a eliminar deducciones, una especie de subida encubierta, que según explica la profesora de Economía Aplicada de la USC María Cadaval, "si no suben el tipo pero quitan una deducción, en la práctica está subiendo un impuesto".

Para cumplir con Bruselas, el Gobierno tocará también los impuestos especiales, subiendo el tabaco y el alcohol, que sumado a lo ya recaudado, supondría superar los 5.700 millones de euros según espera el Gobierno.

Además, igualarán el porcentaje impositivo sobre la gasolina, que hoy supone un 57%, y el gasóleo, un 53%. Ambas quedarían al 57%.

Las medidas son insuficientes para los expertos, ya que "lo que se va a recaudar es muy poco, son parches, se necesita reforma integral", explica José Ignacio Alemany, presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales.

Lo cierto es que Rajoy no suele acertar con las previsiones sobre recaudación, y es que en 2012, la desviación fue de sólo 159 millones, pero se disparó en 2013 y continuó siendo muy elevada en los años siguientes, llegando a un desfase total de 18.000 millones entre lo previsto y lo conseguido.

¿Y cuál es la explicación? Para alguno, que Rajoy ha inflado las previsiones conscientemente.